Samaritan's Purse está ayudando a las personas desplazadas internamente para que regresen a sus hogares en la ciudad de Sinyar, destruida por la guerra, proveyéndoles asistencia agroforestal.
La aldea de Layla* en Sinyar, Irak, está rodeada por el verde de los olivares y de los albaricoqueros, así como de los cultivos de tomates y de papas que crecen en abundancia.
Esta vegetación exuberante es un fuerte contraste con el páramo que ISIS había dejado a su paso, años atrás. Gracias a un proyecto agroforestal de Samaritan’s Purse, los árboles nuevos y las hortalizas que crecen en la región representan mucho más que simples plantes; son mucho más que fuentes de alimentos.
Simbolizan la esperanza que anima a Layla y a otros a abandonar la vida en los campamentos de desplazados y volver a casa para reconstruir sus vidas.
Layla trabaja sus campos, que proveen un ingreso y una fuente de esperanza para su familia de siete personas.
Como muchos que pertenecen al grupo étnico minoritario yazidí, Layla y su familia de siete personas fueron obligados a evacuar su región cuando ISIS atacó en 2014.
Debido a las amenazas de convertirse o morir cuando los yihadistas arrasaron a su paso la patria de los yazidíes, estos se vieron obligados a abandonar todo aquello por lo que habían trabajado y huir por sus vidas.
Layla ya había conocido grandes adversidades en su vida antes de ese punto. Cuando quedó viuda y tuvo que encargarse de su familia numerosa, conoció la pérdida y aprendió a superar valientemente ese dolor por el bien de sus hijos. No obstante, la mayor tristeza que ha vivido fue la destrucción de la belleza, la alegría y la paz que en algún tiempo se pudo hallar en su aldea.
Afortunadamente, Layla y su familia huyeron del peligro y encontraron la protección física en los campamentos de desplazados, después de los ataques. Al vivir en carpas durante siete largos años y sin que Layla contara con los medios para mantener a su familia, fueron obligados a depender de la ayuda para sobrevivir.
En esta situación en los campamentos, Layla mantuvo la esperanza de tener un hogar.
Señales de vida
En 2021, Layla hizo el viaje de regreso a Sinyar. Mucho tiempo había anhelado caminar por la tierra que no veía desde hacía siete años. Cuando llegó a su casa, se quedó sin palabras.
El hogar que había abandonado bajo el azote de ISIS se había convertido en un paisaje exuberante y vivo.
Los cultivadores habían plantado con éxito árboles frutales e hileras de hortalizas en la tierra abandonada y sin vida de Sinyar. Los cuidados que le dedicaron a la tierra dieron como resultado plantas prósperas y, asimismo, nuevas señales de vida entre los amigos y familiares.
El hijo de Layla trabaja con Samaritan's Purse en la inspección de sus campos.
La región estaba empezando a parecerse al hogar que ella había conocido en el pasado. Le dio a Layla la esperanza de que ella también podía regresar y reconstruir su vida, y eso fue exactamente lo que hizo.
El regreso a casa en Sinyar
Eso sucedió hace dos años, y fue este regreso a casa lo que la puso en contacto con Samaritan’s Purse.
Después de dos años de mucho trabajo y de apenas una míseras cosechas, ella comenzó a preguntarse cómo las familias que la rodeaban tenían tanto éxito.
Así fue como conoció el término agroforestación, una práctica que fomenta el cultivo de huertos. Están plantándose árboles jóvenes de especies específicas de la región en forma de bosquecillos. Los sistemas de riego están afincados. Entre las hileras de árboles jóvenes, los agricultores plantan otras frutas y verduras.
La familia de Layla plantó tomates entre sus arbolitos jóvenes.
Estas son las prácticas que los equipos de Samaritan’s Purse estuvieron favoreciendo entre los agricultores locales establecidos, quienes previamente habían regresado a la misma tierra arrasada por la guerra. Y ahora su tierra está prosperando.
Este año, Samaritan’s Purse invitó a Layla, también, a participar en el programa de agroforestación.
Su entorno agrícola y su fuerte deseo de cultivar su granja se ajustaban a la perfección. Desde entonces, hemos capacitado a Layla, así como también le hemos provisto bienes materiales que incluyen una parcela agroforestal, un sistema de riego, árboles frutales jóvenes y semillas de hortalizas.
Hoy en día, Layla está orgullosa de cultivar en su granja: olivos, albaricoques, pistachos y granadas y, entre estos árboles que crecen, hay hileras de tomates, papas, cebollas y cacahuates. Ya está cosechando las hortalizas y las vende en el mercado, mientras espera que los árboles den sus frutos.
¡Gracias a los esfuerzos del proyecto agroforestal de Samaritan's Purse, la cosecha de tomates de Layla es abundante este año!
Los cultivos bien cuidados de Layla le brindan una sensación de bienestar y de estabilidad, ya que ahora provee alimento e ingresos a su familia y a su comunidad. Espera que otros que visitan Sinyar puedan ver su granja y animarse, como ella, a regresar.
Layla está especialmente agradecida con Samaritan’s Purse porque esta oportunidad de sustento le ha dado una esperanza nueva a su familia y a las comunidades de los alrededores. Ya hemos distribuido cientos de paquetes de semillas, así como retoños de olivos, albaricoqueros, granadas, higueras y pistachos a los que están volviendo a Sinyar.
Layla recogió una gran cosecha de tomates en 2023.
Por favor, ora para que Layla, su familia y otros participantes del programa agroforestal sean fortalecidos para la reconstrucción, después de años de tragedia. Ora también por el personal de Samaritan’s Purse, quienes estamos sirviendo en el nombre de Jesús.
*Nombre cambiado por seguridad
