Un colaborador dental de Samaritan’s Purse brinda sus servicios —y, en definitiva, su esperanza— a una paciente del este de Ucrania.
Los espejos bucales, los exploradores dentales y los eyectores de saliva están entre los instrumentos de paz más extraños en los tiempos de guerra. Pero para los residentes del este de Ucrania, incluso la atención dental más básica ha estado fuera de su alcance durante los últimos tres años. Para brindar alivio a quienes han sufrido en la guerra, Samaritan's Purse se ha asociado con una organización ucraniana local, Dental Hope, para ofrecer servicios gratuitos a través de las iglesias de la zona. Desde 2024, estas clínicas dentales móviles han realizado más de 11000 consultas, atendiendo a más de 4700 pacientes con limpiezas, radiografías, empastes, extracciones, endodoncias y más, a la vez que guían a las personas hacia el Príncipe de la Paz, Jesucristo.
Oleksandra*, una mujer desplazada y discapacitada, se enteró de los servicios cuando su pastor le anunció a su iglesia que un equipo odontológico iría a brindarles atención especializada.
“Nos quedamos maravillados”, dijo Oleksandra. “La atención odontológica es muy cara ahora, y ahí la teníamos… ¡y gratis!”.
“Y no solo gratuita, ¡sino qué atención! El doctor no dejaba de preguntarme si me sentía cómoda, si me dolía. Me sentí especial, algo que nunca había experimentado, inclusive antes de la guerra”.

El dentista limpió y pulió los dientes de Oleksandra, un servicio del cual se había visto obligada a prescindir durante tres años.
La ciudad natal que alguna vez fue acogedora
Oleksandra recuerda con mucho cariño aquellos días previos a la guerra. Nacida en la región Luhansk, region, creció para estudiar y trabajar en su misma ciudad natal.
“Era un lugar hermoso y acogedor, donde crecían las flores”, relató. Ella echa de menos su dacha, o cabaña, así como el palacio del hielo del pueblo, que traía artistas, cantantes y bailarines de las zonas aledañas. “Mi ciudad era muy preciada para mí”.
Pero a comienzos del 2014, cuando Rusia invadió Crimea y partes del este de Ucrania, los ataques enemigos interrumpieron su vida idílica.
“En 2014, la guerra apenas nos tocó, pero en el 2022 todo cambió. En la mañana, bombas y misiles atacaron la ciudad. Las explosiones no solo rompieron las ventanas: los marcos de plástico fueron arrancados desde el suelo.
“Todavía esperábamos que todo acabara pronto, pero tuvimos que abandonar nuestras casas. Me escondí en sótanos durante un mes, aferrándome a la esperanza de que se terminara. Pero no, el dolor y el sufrimiento de nuestro pueblo ha continuado por tres años”, dijo Oleksandra.
Un verdadero regalo de Dios
Actualmente, vive en otra ciudad que está a unas 400 millas (640 kilómetros) de distancia, donde, por la gracia de Dios, supo del equipo odontológico local.
“Antes del tratamiento, no me sentía bien porque se estaban acumulando los depósitos dentales y, después de más de tres años, la situación había empeorado considerablemente”.

“Esta atención es un verdadero regalo de Dios”, dijo Oleksandra.
Con todos los instrumentos necesarios disponibles, los dentistas trataron a Oleksandra con una atención de excelencia, lo cual le otorgó una sensación de paz.
“¡Ahora siento que es más fácil respirar! Hablar es más agradable, y mi alma se siente más tranquila. Me limpiaron los dientes completamente, los pulieron, y todo lo hicieron sin causar dolor, con mucho cuidado y profesionalismo”.
Mariam Potapenko, coordinadora médica de Samaritan’s Purse en Ucrania, señala cuán valiosa es el cuidado en las clínicas para los pensionados, así como para los desplazados. “A Oleksandra, el acceso a una atención odontológica adecuada le cambió la vida. No solo se trata de la salud: tiene que ver con recuperar la dignidad, la seguridad, y la capacidad de volver a sonreír. En épocas de guerra, estos pequeños actos de cuidado tienen un significado profundo”.
Como consecuencia de su reciente visita al dentista, Oleksandra ahora está llena de una emoción inusual: alegría.
“Esta atención es un verdadero regalo de Dios, no solo para mí, sino para todas las personas desplazadas que están en condiciones igualmente difíciles. Es muy valiosa”.
*Nombre cambiado por seguridad
