Franklin Graham dedica una casa nueva en Carolina del Norte

diciembre 1, 2025 • United States

Graham se sumó al personal y a los voluntarios el 1 de diciembre en la celebración de bienvenida a los Tatum, quienes perdieron su casa de 46 años en Minneapolis, Carolina del Norte, a consecuencia del huracán Helene.

El huracán Helene arrasó el pueblo natal de Bob y Edwina Tatum, con una población de 200 personas, y aumentó el caudal del otrora pacífico arroyo que corría por la parte trasera de la casa de la pareja en Minneapolis, Carolina del Norte, convirtiéndolo en un río destructor.

Franklin Graham celebró con los Tatum cuando recibieron su casa nueva.

La corriente arrasó con todo a su paso, incluida el hogar de los Tatum durante 46 años.

La pareja no sabía a quién recurrir para pedir ayuda ni dónde vivirían en los días posteriores a la tormenta. Desde luego, no tenían el dinero para comenzar a reconstruir en el lugar donde habían vivido juntos durante casi cinco décadas.

A comienzos de este año, luego de meses de vivir en la casa de la madre de Edwina, una señora de 95 años, recibieron una llamada del presidente de Samaritan’s Purse, Franklin Graham, quien había visto su historia en el noticiero y se comprometió a construirles una casa nueva.

El presidente de Samaritan’s Purse, Franklin Graham, habla durante la dedicación de la nueva casa de los Tatum, el 1 de diciembre.

El presidente de Samaritan’s Purse, Franklin Graham, habla durante la dedicación de la nueva casa de los Tatum, el 1 de diciembre.

Unos meses después, en una ceremonia realizada el 1 de diciembre, el personal de Rebuild y los voluntarios acompañaron al presidente de Samaritan's Purse, Franklin Graham, junto con amigos y familiares de la pareja, para recibirlos en su nueva casa, construida por Samaritan's Purse.

“Hoy hemos venido para dedicar esto para la gloria de Dios y para darle las gracias a Él”, dijo Graham. “Todo esto viene de Él”.

Graham agradeció a la gran cantidad de voluntarios, junto con los miembros del personal de U.S. Rebuild de Samaritan’s Purse, quienes participaron en la construcción del hogar de los Tatum.

“Damos gracias a Dios por cada persona que trabajó aquí”, dijo él. “Detrás de toda esta pintura y del bonito revestimiento, hay personas que han escrito sus versículos bíblicos en los remaches, así que esta casa está llena de la Palabra de Dios”.

Edwina Tatum levanta el recibo enmarcado que dice “Pagada en su totalidad”, en el porche de su casa recién reconstruida, mientras los voluntarios y los invitados miran.

Edwina Tatum levanta el recibo enmarcado que dice “Pagada en su totalidad”, en el porche de su casa recién reconstruida, mientras los voluntarios y los invitados miran.

Durante la ceremonia, la pareja recibió un comprobante con las palabras “PAGADA EN SU TOTALIDAD”, impresas en letras rojas sobre el documento enmarcado que se les entrega a las familias. Dicho documento confirma que la casa es un regalo sin cargo, y sirve como recordatorio del amor de Dios a través de Jesucristo.

Luther Harrison, el vicepresidente de U.S. Rebuild, alabó a Dios por la oportunidad que Él nos dio de ayudar a las personas afectadas en la región, y por los muchos voluntarios que continúan presentándose y reconstruyendo viviendas.

“Dios envió a Sus obreros para que fueran las manos y los pies para reconstruir esta hermosa casa, a la cual ellos podrán considerar suya por el resto de su vida en esta tierra”, dijo Harrison. “Ya sabemos que ellos son testimonio sólido de Jesucristo. Y su testimonio acaba de ser compartido de muchas maneras en el día de hoy”.

Bob volvió a contar cuando recibió la llamada de Graham y de Harrison, en medio de no saber cuáles serían sus próximos pasos en su situación.

“Me impactó. Estaba sorprendido”, dijo Bob. “Me preguntó qué queríamos [en nuestra casa]. Así que se lo dije. Él respondió: ‘Hecho’. Cuando corté la llamada con él, miré a Edwina y ella me miró, y solo pude decir: “¿Acaso no es bueno Dios?”.

Uno de los miembros del equipo de reconstrucción, John Granger, el capataz de la casa de los Tatum, entrega a la pareja las llaves de su casa.

Uno de los miembros del equipo de reconstrucción, John Granger, el capataz de la casa de los Tatum, entrega a la pareja las llaves de su casa.

Mientras celebraban su nueva casa, también celebraron la provisión de Dios y el amor de Jesucristo manifestado por medio de los voluntarios.

“Dios es tan bueno. Nunca nos desanimamos”, dijo Bob. “Observé cada paso del proceso. La calidad es muy buena. Nunca había visto esa clase de cimientos, con todo el cemento y los materiales que usaron. Samaritan’s Purse no hace las cosas a medias”.

Los Tatum también recibieron una Biblia del Centro de Formación Billy Graham, firmada por todos los voluntarios que trabajaron en su hogar. Edwina dijo que los voluntarios fueron para ellos una bendición, además del regalo de su nueva vivienda.

“Son excelentes representantes de su Señor y Salvador”, dijo ella. “Generosos al máximo, afectuosos al máximo, brindándose, consolando. A cada persona que le tocó cualquier parte de la construcción de nuestra casa, quiero que sepan que su representación del Señor Jesucristo representa a Dios para todo el mundo. Han sido una bendición enorme. Muy motivadores”.

“Le damos la gloria a Dios. Él nunca llega tarde. Nunca llega demasiado pronto. Él llega a tiempo, siempre. Gracias a todos, nuevamente, por estar aquí. Dios bendiga a Samaritan’s Purse”.

Bob y Edwina Tatum sentados en su nueva sala de estar, teniendo en sus manos el documento enmarcado que dice “Pagada en su totalidad”, que les entregaron durante la dedicación de su hogar.

Bob y Edwina Tatum sentados en su nueva sala de estar, teniendo en sus manos el documento enmarcado que dice “Pagada en su totalidad”, que les entregaron durante la dedicación de su hogar.

Wesley Anderson trabajó como voluntario en el hogar de los Tatum, y ahora sirve como encargado de personal en Samaritan’s Purse. Dijo: “Hoy es un momento sagrado, uno que nos recuerda que Dios sigue moviéndose a través de las personas, que aún obra por medio de la compasión y que todavía logra extraer belleza de la adversidad. Hoy no solamente estamos dedicando una casa. Somos testigos de un milagro, del amor, de la generosidad y la esperanza hechos realidad”.

Franklin Graham alentó a las personas presentes a seguir orando por las muchas comunidades todavía afectadas por Helene, y por las muchas casas que aún deben ser reemplazadas en la región.

“Estamos agradecidos a Dios por los recursos con los que podemos seguir haciendo esto. Tenemos varios cientos de casas por delante para construir, similares a esta. Así que estaremos ocupados, pero nos alegra traerlos aquí antes de diciembre. Por eso, aquí estamos, el 1 de diciembre, y eso les dará tiempo para prepararse para la Navidad”.

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