Descubre cómo Cristo transformó a un maestro musulmán dentro de una prisión liberiana.
Gebah recordó nítidamente al hombre de su sueño, todavía conmocionado a la mañana siguiente mientras guiaba en oración a otros reclusos musulmanes.
Durante la noche, Gebah había sido visitado por una figura que le había quitado el Corán con el que estaba dando clases a los niños, y lo había reemplazado con una Biblia.
Gebah era un líder musulmán muy culto, conocido como imán, que luchaba contra el cristianismo. Entonces, fue sentenciado a pasar un tiempo tras las rejas en la Prisión Central de Monrovia.
¿Qué comprendes de esto? Esto es bueno, le dijo la figura. Para ti y para los niños.
Gebah le preguntó su nombre.
Yo soy la luz, le dijo la figura. Quiero tu amistad.
Cuando Gebah se despertó, seguía estando en la cama de su celda en la Prisión Central de Monrovia, en Liberia, encarcelado por fraude telefónico. Todavía era el musulmán de toda la vida, que odiaba a los cristianos, y que todos los días había enseñado a 50 a hacer lo mismo. En la cárcel, era el maestro musulmán de los prisioneros.
La confusión lo carcomía.
“Tuve un encuentro”, les contó a los otros prisioneros musulmanes. “Jesús me quitó el Corán y me dio una Biblia”.
Los hombres lo miraron con preocupación.
Durante su encarcelamiento, Jesucristo empezó a cambiar el corazón de Gebah.
“Imán”, dijo uno, “no fue más que un sueño”.
Dos días después, volvió a soñar.
Yo soy la luz del mundo, dijo la figura. Si puedes aceptar mi amistad, Yo te sacaré de la oscuridad.
Antes, Gebah no tenía nada que ver con los cristianos.
“Yo odiaba a la cristiandad. Odiaba a los cristianos”, dijo recordando la historia.
Pero lo que había experimentado le cambió el corazón. Esa noche, visitó la mezquita nuevamente y se lo contó.
“Les dije: ‘Señores, este sueño no es un sueño. Así que hoy dejo todo. Ya no soy más musulmán. Cristo me pidió que fuera Su amigo’”.
Hizo exactamente lo que había dicho y, por seguridad, fue transferido a otra parte de la prisión.
Los sueños y las visiones han abierto los ojos de muchos musulmanes a Cristo, y para Gebah el sueño significaba renunciar a su posición, su seguridad y su familia por la amistad con su Salvador.
Fue entonces cuando conoció a dos pastores cristianos en la prisión.
El Proyecto Hope [Esperanza]
Desde hace varios años, Samaritan’s Purse trabaja con iglesias asociadas en la Prisión Central de Monrovia, proveyendo sistemas de agua limpia, asistencia alimentaria y formación vocacional. Los pastores que conoció Gebah estaban colaborando con nosotros para guiar a las personas a través de la Biblia, como parte del Proyecto Hope.
Después de su encuentro con Jesucristo, Gebah se sumó a otros reclusos para aprender más sobre su Salvador por medio del estudio de la Palabra de Dios.
Mediante muchas oraciones, nuestros programas prácticos y la colaboración de las iglesias, hemos visto al espíritu de Dios apoderarse de uno de los lugares más oscuros de Monrovia.
Gracias al Proyecto Hope del curso Alpha, Gebah empezó a aprender sobre la figura por quien había renunciado a todo. “El Proyecto Hope realmente está transformando vidas”, dijo él. “Estoy viviendo la gracia, la paz y el gozo”.
“El curso de discipulado nos enseñó quién es Cristo y cómo ser un seguidor de Cristo. Cristo es el único camino a la salvación”.
La enseñanza clara que recibió directamente de la Palabra de Dios le ha dado una base firme de verdad sobre la cual edificar. De lo contrario, él hubiera estado indeciso, sin una dirección clara.
Durante su encarcelamiento de seis meses, Gebah creció como creyente y, gracias a nuestro programa de agua, saneamiento e higiene aprendió las técnicas para mantener un sistema de pozo, que Samaritan’s Purse instaló en la prisión.
Cuando lo liberaron, pudo aprovechar estas habilidades para generar ingresos. Por varios meses después de su salida, también le proveímos vivienda, comida y atención médica. Una iglesia asociada lo recibió, y él siguió creciendo y sirviendo en la comunidad cristiana.
Una nueva misión
Al mirar hacia atrás, Gebah ve la mano de Dios incluso durante su reclusión. “No fue un castigo”, dijo. “Dios me trajo aquí para que recuperara el sentido común. Dios mismo me arrestó”.
Cuando salió de la cárcel, Samaritan’s Purse y las iglesias locales le brindaron a Gebah los recursos y la comunidad para progresar fuera de los muros de la prisión. Para él, su encarcelamiento y la nueva vida de libertad son regalos de Dios.
El hombre que alguna vez quiso suicidarse en su primera noche en la cárcel ahora entiende que aun sus circunstancias habían servido para el propósito de Dios. “Él tenía un plan especial para mí”, dijo Gebah.
Luego, regresó a la Central de Monrovia para celebrar la graduación del Proyecto Hope con otros prisioneros.
En la actualidad, Gebah aún enfrenta el rechazo en su comunidad de mayoría musulmana, incluso de su propia familia.
Pero ha encontrado una familia nueva. “No me arrepiento para nada de convertirme en un cristiano”, dijo. “En realidad, ahora vivo en paz”.
La transformación de Gebah, de imán a evangelista, representa algo destacado: un hombre singularmente preparado para alcanzar a las comunidades musulmanas porque conoce de memoria el Corán, tanto como la Biblia. Considera que es su responsabilidad y su llamado regresar y decirles la verdad a todos los que alguna vez él condujo.
El hombre que alguna vez odió a los cristianos ahora dice: “Los cristianos son las mejores personas con quienes estar”. Reconciliarse con Dios y con los demás ha valido la pena. “porque, si siendo sus enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (Romanos 5:10, RVR1995).
“Creo en un 100 % que con Cristo mi salvación es segura”, dijo Gebah. “Estoy en el camino correcto”.
Incluso regresó a la prisión para tener un día de celebración, y acompañó a los reclusos en una ceremonia de graduación del Proyecto Hope.
