Samaritan’s Purse dio la bienvenida al personal y estudiantes de la Universidad Liberty al condado de Breathitt, Kentucky, esta semana, para reparar los hogares dañados por las inundaciones históricas el año pasado.
Johnny Collins ha vivido en la misma casa en Jackson, Kentucky, con su esposa Bárbara, por más de 30 años. Es donde crecieron sus hijos, y ahora disfrutan pasar el tiempo cuidando de sus nietos y verlos jugar en los columpios y manejar sus autos eléctricos en el patio trasero.
Un año atrás, en este mes, la pareja veía el desastre desplegarse en ese mismo hermoso espacio. El río junto a su casa se elevó más de nueve metros, inundando el sótano donde su hijo y sus dos nietos viven.
Los muebles, los pisos y las paredes se inundaron. Preciosas pertenencias familiares se dañaron o destruyeron.
Johnny y Bárbara fueron unos de los cientos en Breathitt County que vieron sus hogares inundarse en marzo 2021 en el este de Kentucky. Muchos tuvieron que huir. Algunos necesitaron rescate pues esperaron demasiado.
Muchos dejaron atrás una vida entera de recuerdos creados en hogares que encontraron dilapidados y echados a perder cuando volvieron.
Una semana de construcción en el nombre de Jesús
Por algunos meses ahora, voluntarios de Samaritan’s Purse han llegado cada semana para unirse a los esfuerzos de reconstrucción en la región. La semana pasada, estudiantes de la Universidad Liberty se unieron al trabajo.
Los estudiantes del programa Sirve Ahora cambiaron una semana en la playa por ayudar a los propietarios que siguen recogiendo los pedazos de sus vidas un año después.
Los estudiantes pasaron una semana lijando paredes, pintando, rellenando huecos y colocando bloques para cimientos.
“Son buenas personas”, dijo Johnny. “Aprecio todo lo que hacen. Nunca antes recibí ayuda para hacer algo, y no podría hacerlo por mí mismo. Estamos contentísimos”.
La estudiante de enfermería de segundo año Jasmine Kane pasó horas lijando las paredes del baño de los Collins. Las paredes no se habían limpiado del lodo que las infiltró y el moho empezó a crecer. A pesar de sus brazos cansados y ropa sucia, dijo estar donde debía estar.
“Todos merecemos un hogar mejor”, dijo Jasmine. “No es la culpa de nadie que viniera la inundación, así que creo es maravilloso tener la oportunidad de ayudar, y me alegra ser parte de ello. No me está robando mis vacaciones. Aquí es donde quiero disfrutarlas”.
Un cimiento firme para una vida de ministerio
Cuando los estudiantes no estaban pintando las paredes del sótano de los Collins o engrapando aislantes para retener calor durante los inviernos fríos de Kentucky, estaban sacando tierra y moviendo bloques de cemento para ayudar a la cimentación de la propiedad de Treva King y su mamá de 92 años, Monail.
“Solo podías ver agua”, dijo Treva al describir el día de la inundación y señalando los árboles donde empezó a ver el agua llegar, un campo verde distante que un año atrás se convirtió en un lago de agua marrón. “Nací y crecí aquí. He soportado el agua, pero nunca vi algo semejante”.
Para Treva y su familia, lo que perdieron por la inundación fue mucho más que el techo sobre sus cabezas. Tenía décadas de riqueza en historia familiar. “Nací en el cuarto de ahí. Mi hermano también. Crecí en esta casa”.
Mientras los estudiantes de Liberty apilaban bloque tras bloque de cemento, se empezó a formar la cimentación, y Treva expresó su gratitud por los jóvenes que ayudaron a comenzar el siguiente capítulo de sus vidas.
“Dieron su semana para trabajar en mi casa”, dijo Treva. “Cuando me mude otra vez a esta casa con mi madre, una parte de estos voluntarios estará aquí. Es maravilloso ver el amor que hay para construir esta casa”.
Pam Trowbridge, la coordinadora del programa de Liberty Sirve Ahora, dijo que sus estudiantes saltaron ante la oportunidad de ayudar.
“Cada uno de ellos tiene un corazón para servir”, dijo. “Están motivados para compartir su fe y servir a los necesitados. Por eso estamos aquí”.
Mientras los estudiantes trabajaban en diferentes sitios, tuvieron la oportunidad de aprender nuevas habilidades del personal de construcción de Samaritan’s Purse. Usaron serruchos, taladros, engrapadoras y otras herramientas al construir o instalar aislantes.
“Estoy haciendo muchas cosas de carpintería en las que no tengo experiencia”, dijo el estudiante de primer año de ingeniería mecánica. “No solo venimos a ministrar a los propietarios, sino que a través de esto aprenderé habilidades técnicas que podré usar el resto de mi vida”.
Alabamos a Dios porque al terminar nuestro trabajo en esta parte inundada del este de Kentucky, 13 familias vivirán en hogares reparados o remplazados por el programa de Samaritan’s Purse en Breathitt County.
Por favor ora por las personas en esta comunidad que siguen recuperándose y por nuestros equipos que sirven en el área.