Manar and a Teddy Bear

Manar and a Teddy Bear


Algunos regalos en mi caja han sido recordatorios del amor de Dios durante décadas.

Mi nombre significa faro. Nací a padres cristianos en un país del Medio Oriente donde la mayoría no sigue a Jesús, y mi nombre era un testamento de ser luz para Cristo. Pero para un niño que a los 12 años medía metro y medio, tenía un significado muy diferente para mis compañeros en la escuela.

Me hacían burla por mi estatura y por ser un “niño de iglesia”. Mis compañeros me llamaban y decían: “El faro está caminando. Necesitas una luz sobre tu cabeza”.

En retrospectiva, ser llamado un faro no estaba muy mal ya que Dios quiere que los creyentes brillemos con Su amor para los demás.

Luz brillante

A los 13, recibí una caja de regalos de Operation Christmas Child que parecía irradiar con el amor de Dios.

Pensé que solo habría un artículo en la caja, pero me sorprendió que estuviera llena de regalos. ¡La juguetería había venido a mí!

La primera cosa que vi en la caja fue un animal de peluche, un osito con un suéter rojo. También había un balón, un Etch a Sketch, crayones, un llavero con forma de mono y una nota que decía: “Jesús te ama y estoy orando por ti”.

Sentí el amor de Jesús a través de esa caja. Me enseñó que Dios es grande, que Dios pensó en mí y me envió un regalo.

Ese pensamiento se quedó conmigo. Como quería que otros niños experimentaran el gozo que tenía por este regalo, a los 18 decidí hacer mi propia versión de las cajas de regalos para los cuatro hijos de mis vecinos. Encontré cuatro cajas en mi casa y las llené con artículos locales, y los entregué en Nochebuena.

Recuerdos que duran

Durante 20 años, guardé el oso de peluche, que todavía tengo junto a mi cama, como un recordatorio de que Jesús me cuida y conoce mis esperanzas y sueños, del más grande al más pequeño.

Mi gran sueño era ser doctor. Al ir a la escuela de medicina, llevé el llavero con el mono de mi caja de regalos como un estímulo a confiar continuamente en Dios. Todavía lo tengo.

Los regalos duraderos de las cajas sirven como recordatorios del amor de Dios y subraya la importancia de empacar artículos de calidad en las cajas.

Logré mi objetivo de ser un doctor en mi país. Trabajé como un cirujano general hasta que los disturbios en mi país hicieron que me trasladara a los Estados Unidos.

Cuando llegué a América y vi las cajas de regalos en mi iglesia, de inmediato reconocí el logo de Operation Christmas Child y dije: “Yo recuerdo haber recibido una caja igual”.

Ahora soy un líder de proyecto de Operation Christmas Child en la iglesia y animo a otros a empacar cajas de regalos para traer el gozo y la esperanza del Evangelio a los niños. Disfruto usar las etiquetas de Follow Your Box para descubrir a qué país van mis cajas de regalos.

La luz del amor de Dios que sentí a los 13 años cuando recibí la caja de regalos sigue décadas después cada vez que veo uno de los artículos de mi caja.

Incluso siento lo mismo cuando veo juguetes y útiles escolares en las tiendas. Verlos me llena de apreciación por cómo Dios hizo brillar su luz en mi vida a través de una caja de regalos.

Recuerdo cómo los regalos en mi caja me dibujaron una sonrisa en el rostro. Hay mucha esperanza, mucho gozo, cuando los niños reciben una caja de regalos. Sentirán el amor que les envías con la caja, y que envías la caja con mucho amor y oración.

Por favor, empaca tu caja con todo tu corazón, todo tu amor y todo tu gozo. Ese niño, sentirá el amor de esa caja de regalos.

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