Un hombre nigeriano entrega su vida a Jesucristo gracias al testimonio de un equipo de cirujanos de Samaritan's Purse y de los capellanes del hospital local.
La pierna fracturada de un hombre llamado Sunday le trajo consecuencias mucho peores que el dolor y la inconveniencia: sus hijos dejaron de ir a la escuela y su familia comía ocasionalmente, cuando él mendigaba en las calles para sobrevivir.
El padre de tres niños era talador de árboles —su trabajo durante 10 años—, cuando un extraño accidente lanzó un tronco pesado que aplastó su pierna e le destrozó la tibia izquierda. Sin poder trabajar y sin perspectivas laborales, recurrió a sentarse en la esquina de una calle para pedir limosnas a los transeúntes.
Después de casi dos años de soportar la vida con esta fractura, Sunday llegó al Hospital ECWA en Egbe, Nigeria, con una excepcional oportunidad de una cura permanente a través del grupo de cirujanos traumatólogos de Samaritan’s Purse, que estarían en la ciudad por dos semanas para prestar cirugías que cambiarían vidas sin costo alguno para personas como Sunday.
Contra toda esperanza, Sunday encontró la cura para su pierna cuando el equipo médico de Samaritan’s Purse llegó al Hospital ECWA de Nigeria para ofrecer cirugías gratuitas en el nombre de Jesús.
Cuando entró pesadamente a la guardia, sus muletas y su aspecto mísero se mimetizaron con los demás hombres que esperaban su cirugía: algunos tenían múltiples lesiones; otros cargaban con fracturas desde hacía una década. Sin embargo, entre estos maridos y padres tullidos, Sunday no pudo ocultar su desesperanza.
“Me entristece”, dijo al contar que sus hijos tuvieron que abandonar la escuela para ayudarlo a ganar dinero. “Yo tengo hermanos, pero ninguno de ellos vino a ver cómo me iba. Siempre estaba mendigando dinero; hasta mi esposa y mis hijos tenían que ayudarme a mendigar”.
Cirugías que cambian vidas realizadas en el nombre de Jesús
Al no contar con atención médica especializada en su remota aldea del sureste de Nigeria —y sin el dinero suficiente para viajar a la ciudad—, Sunday había recurrido a los curanderos tradicionales para que solucionaran su fractura. Ellos le fabricaron un yeso tosco con varillas y cubrieron su pierna con especias y aceites. En lugar de curarse, el hueso se volvió más difícil de reparar.
“La gente apenas trata de comer cada día, y no pueden resolver sus necesidades de salud, por lo tanto, recurren a los curanderos locales, que solo empeoran las cosas”, dijo Hans Monono, el director de la administración del Hospital ECWA. “Para las fracturas viejas, una cirugía cuesta unos 8000 dólares. En resumen, la gente no puede pagar eso”.
El equipo de médicos les permitió a decenas de hombres, mujeres y niños nigerianos una oportunidad de tener una vida normal mediante las cirugías ortopédicas.
La ayuda llegó cuando Samaritan’s Purse envió un equipo de World Medical Mission a Egbe. El Dr. Tony de Bari, un cirujano traumatólogo de Michigan que sirve en el equipo, insertó una varilla metálica para corregir la fractura. Aunque el tejido cicatrizado presentaba complicaciones, el cirujano experto confió en el Gran Médico para que lo guiara en este caso, y cada cirugía que realizó mientras estuvo en el país de África Occidental.
“Cuando debo operar tengo un plan, pero, en algún momento, tengo que decir: ‘Dios, necesito que tomes el control y me ayudes con este caso’”, dijo el Dr. de Bari, que ha realizado cientos de cirugías en quirófanos en el exterior y en zonas de desastre, con Samaritan’s Purse. “Y, cuando me doy cuenta, estoy cerrando la piel. Es genial saber que puedo realizar este tipo de cirugías, pero reconozco que es Dios el que sana”.
La cirugía de Sunday —que, prácticamente, no está disponible en ninguna parte de Nigeria— cambió su vida en un instante, pero todavía le faltaba algo.
Evangelismo acompañado de cuidado
El equipo de especialidad traumatológica de World Medical Mission en Nigeria —compuesto por 12 profesionales de la medicina, que incluyen a dos cirujanos traumatólogos y dos residentes— realizaron 64 cirugías durante su estadía en el país de África Occidental.
“Esperemos que los pacientes perciban aquí la compasión que nunca antes experimentaron”, dijo el Dr. Greg Hellwarth, el otro cirujano ortopedista del equipo que trabaja con el Dr. de Bari. “Y espero que ellos hagan preguntas y descubran que ese amor, ese cuidado y esa compasión que experimentan provienen de un Dios que los ama y se interesa por ellos”.
![Gracias al programa de formación Heart of a Chaplain [El corazón del capellán], desarrollado por World Medical Mission, el equipo de la capellanía de Egbe está capacitado para compartir el Evangelio con cada persona que entra por las puertas del hospital.](https://spweb-uploads.s3.theark.cloud/2025/10/2519NI-A3-018-690x460.jpg)
Gracias al programa de formación Heart of a Chaplain [El corazón del capellán], desarrollado por World Medical Mission, el equipo de la capellanía de Egbe está capacitado para compartir el Evangelio con cada persona que entra por las puertas del hospital.
World Medical Mission también apoya ampliamente al programa de capellanía en las decenas de hospitales con los que estamos asociados en todo el mundo, a través de la educación bíblica y los recursos de evangelismo, entre otros. El equipo de siete capellanes fuertes en Nigeria se beneficia especialmente con este programa cuando sortean la amplia variedad de culturas y trasfondos de los pacientes a los que sirven.
La esperanza eterna
El grupo de capellanes de Egbe rodeó la cama de Sunday al día siguiente de su cirugía y compartió el Evangelio de una manera clara con el padre convaleciente. A la mitad de este tiempo, él se incorporó.
Sunday había oído hablar sobre de Jesús de parte de su esposa y otras personas de su comunidad, según les explicó a los capellanes, pero nunca había entendido del todo que él necesitaba a un Salvador. Cuando uno de los capellanes lo hizo recorrer la Escritura, el Señor le abrió los ojos. Allí, en su cama del hospital, Sunday confesó sus pecados y creyó en el nombre de Jesucristo.
“Me veo a mí mismo en las manos de Dios”, dijo él con una gran sonrisa, después de que oró para recibir a Cristo. Su esposa, que había sido una seguidora devota de Cristo por un tiempo, se llenó de alegría. Había orado por él durante años. “Estaba esperando que llegara este día”, dijo ella.
Un capellán señaló Juan 3:16-17 cuando Sunday y su esposa recibieron su Biblia, y le explicó a Sunday que él había pasado de la muerte a la vida eterna por medio de la fe en Jesucristo.
Antes de ser dado de alta, Sunday y su esposa recibieron una Biblia impresa y una Biblia para escuchar en idioma yoruba, su lengua materna, así como le entregamos a cada paciente que servimos durante la campaña. Mientras se recuperaba en la guardia, Sunday se llevaba el reproductor de audio al oído; en ocasiones, su esposa también se acercaba para escuchar.
“No ha podido dejar de escucharla”, contó la esposa de Sunday, “¡y yo tampoco!”.
En muletas, con un yeso nuevo alrededor de la que alguna vez fue su pierna fracturada, Sunday salió de Egbe como un hombre transformado: ya no está desesperanzado, sino lleno de gozo en el Señor.
Por favor, ora por los equipos de traumatología de World Medical Mission que se despliegan en todas partes del mundo para brindar ayuda y sanidad en el nombre de Jesús. Ora para que las muchas personas restauradas lleguen a la fe salvadora en Cristo, tal como lo hizo Sunday.
