Los pilotos, los aviones y las tripulaciones en tierra de Samaritan's Purse en Alaska han hecho posible el ministerio en las aldeas lejanas del estado.
Si quieres reedificar una iglesia en los confines remotos de Alaska, no puedes armar una encomienda con un tráiler y tomar la carretera. Estos pueblos y aldeas se encuentran a cientos de millas de distancia del sistema de caminos. Uno no puede, sencillamente, conducir hasta allí, ni siquiera en los mejores vehículos y con las mejores condiciones.
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Los 35 proyectos de obras que Samaritan’s Purse ha completado en Alaska desde el 2006 requirieron de barcazas que llevaron la mayor parte de los materiales por el mar y alrededor del estado, antes de llegar, varias semanas después, a sus destinos. Los materiales adicionales, el combustible, la comida, el refugio y los voluntarios fueron transportados en numerosos viajes de ida y vuelta en vuelos que duran horas, desde nuestra base en Soldotna, al sur de Anchorage.
Todo esto requería de un transporte aéreo confiable; por eso Samaritan’s Purse cuenta con una flota de aeronaves en Alaska y nuestros equipos de múltiples talentos que los operan.
Los aviones son la única manera de atravesar Alaska
“En Alaska hay un buen sistema de caminos, pero no llegan a los lugares donde vamos nosotros. Cuando Dios me llamó a ser un misionero, yo no sabía que existía la aviación misionera. Dios compaginó toda esta idea”, dijo el piloto Mike Barlow, director adjunto de nuestro equipo de Mission Aviation Services Alaska. “Llevamos personas del punto A al punto B, hacia donde necesiten estar para que el Evangelio sea proclamado y el amor de Jesús sea compartido aquí, en el estado de Alaska”.
Un equipo de pilotos y mecánicos dedicados garantizan que nuestros aviones King Air, CASA y Caravan estén mantenidos según los estándares más altos y listos para volar sin previo aviso.
“Nosotros volamos todo el año, de manera que nos mantenemos listos todo el año”, dijo el piloto Dan Spooner, jefe de pilotos de Mission Aviation Services.
Esto incluye los vuelos semanales del verano, en los que transportamos a los matrimonios militares y al personal de Samaritan Lodge Alaska para Operation Heal Our Patriots; los viajes al Lago Mystic, al norte, que llevan a los agentes de seguridad y a las parejas de rescatistas, además de los viajes largos al interior de Alaska para los proyectos en las aldeas.
Dice Spooner que durante los meses de invierno transportan combustible y suministros a nuestros puestos fronterizos del ministerio, lo cual suele requerir que aterricen sobre los lagos congelados.
“La singularidad de Alaska permite que las personas vengan aquí y bajen la guardia para dejarse impresionar por la belleza y la vastedad de lo que ven alrededor de ellos”, dijo. “Eso les muestra la necesidad que tienen del Creador de todo esto: nuestro Señor Jesucristo”.
Alabamos a Dios por cómo Él sigue obrando a través de los dones de los aviones, los pilotos y la tripulación en tierra de nuestro equipo de Mission Aviation Services en Alaska.
Los equipos descargan materiales de nuestra aeronave CASA en una de las aldeas remotas.
